Historial


ANTECEDENTES

Por la importancia de la educación y con la finalidad de poder contribuir a que se cumpla con la visión y misión que la institución se ha propuesto alcanzar, se concretizan varias ideas que nacieron en el año 2003 en un centro educativo de metalio, con el propósito de rescatar uno de tantos valores “El amor a la naturaleza” a través del rescate de un árbol muerto, convirtiéndolo en un monumento natural, dándole vistosidad con diferentes plantas ornamentales.

En el año 2005 al 2009 en el centro escolar  El Sauce se siguió fomentando dicho valor, sembrando algunas plantas enriqueciendo algunos jardines de la institución, pero fue en el año2010, que después de una reflexión en la clase de matemática queda gravado en los niños y niñas la frase: “Pensemos ya en algo más productivo”. Durante un receso se acerca un grupito de niñas lideradas por Tatiana Grande, con la idea maravillosa de realizar un pequeño huerto en nuestra escuela, proponiendo unas cuantas bolsitas de semillas que tenía en casa. Las gestiones pertinentes iniciaron pidiéndole a nuestro director un pequeño espacio en la parte noroeste de la parvularia para realizar dicho mini proyecto a lo cual con amabilidad accedió. Faltaba documentarnos, pero repentinamente una invitación de la ONG Caritas de El salvador para apoyar una marcha celebrativa de los guardianes ambientales llegó a la institución y el director me pidió fuera con un grupo de alumnos.

En dicho evento fue que empezamos gestiones que por cierto no fructificaron. Una semana después nos dimos cuenta de un taller que se realizaría en la parroquia de sonzacate sobre huertos orgánicos biointensivos, contactamos y nos aceptaron para asistir a dicho taller. Fue un día sábado en marzo de 2010 que emprendimos nuestro sueño de formar el mini huerto escolar El Sauce, las gestiones hechas ese día nos dieron esperanza y así iniciamos nuestro trabajo.

La organización no gubernamental ARCOIRIS tomo a bien apoyarnos y decidieron visitarnos en nuestra escuela y escuchar cual era nuestro objetivo, y con el planteamiento echo, y el entusiasmo de los niños y niñas, se logró el inicio de un financiamiento.

El trabajo lo iniciamos en un área de terreno de aproximadamente 100 metros cuadrados, terreno clasificado como cascajo, ripio, piedras y con un mínimo de nutrientes.

El entusiasmo crecía y el proyecto también, bajo la finalidad del trabajo de los niños y niñas y la ayuda incondicional de Rainbow of hope for children.

La visión de engrandecer el jardín orgánico fue más allá y solicitamos un predio sin uso con aproximadamente un área de 800 metros cuadrados en la misma parvularia, transformando el zacatal y criaderos de culebras y ratas en un bonito jardín orgánico.

Hoy estoy profundamente agradecido con todos aquellos que han tenido el compromiso y la energía de irle dando forma a nuestro jardín orgánico El Sauce. A los niños y niñas de diferentes grados, a las madres de familia, al director y especialmente a la organización Rainbow of hope for children, quienes incondicionalmente nos extienden su mano para darnos su muy valiosa ayuda.